martes, 7 de junio de 2016

el humanismo

El humanismo es una actitud filosófica y ética que hace hincapié en el valor y la agencia de los seres humanos, individual y colectivamente, y que por lo general prefiere el pensamiento crítico y las pruebas (racionalismo, empirismo) sobre la doctrina establecida o la fe (fideísmo). El significado del término humanismo ha fluctuado, según los movimientos intelectuales sucesivos que se han identificado con él.1 En general, sin embargo, el humanismo se refiere a una perspectiva que afirma alguna noción de libertad y progreso. En los tiempos actuales, los movimientos humanistas están normalmente alineados con el secularismo y hoy "humanismo" normalmente se refiere a una filosofía de vida no teísta centrada en la agencia humana que mira a la ciencia en vez del dogma religioso con el fin de entender el mundo.

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martes, 31 de mayo de 2016

CAIDA DEL IMPERIO BIZANTINO


El Imperio bizantino (también llamado Imperio romano de Oriente o, sencillamente, Bizancio) fue el Estado heredero del Imperio romano que pervivió durante toda la Edad Media y el comienzo del Renacimiento y se ubicaba en el Mediterráneo oriental. Su capital se encontraba en Constantinopla , cuyo nombre más antiguo era Bizancio. También se conoce al Imperio bizantino como Imperio romano de Oriente, especialmente para hacer referencia a sus primeros siglos de existencia, durante la Antigüedad tardía, época en que el Imperio romano de Occidente continuaba todavía existiendo.
A lo largo de su dilatada historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio, especialmente durante las guerras romano-sasánidas y las guerras árabo-bizantinas. Aunque su influencia en África del Norte y Oriente Próximo había entrado en declive como resultado de estos conflictos, continuó siendo una importante potencia militar y económica en Europa, Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental durante la mayor parte de la Edad Media. Tras una última recuperación de su pasado poder durante la época de la dinastía Comneno, en el siglo XII, el Imperio comenzó una prolongada decadencia durante las guerras otomano-bizantinas que culminó con la toma de Constantinopla y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos, en el siglo XV.